viernes, 1 de julio de 2011

El encanto del turismo rural en Teruel


Mucho se habla acerca de cómo tiene que ser el turismo rural: tiene que ser un turismo de calidad, que cumpla todos los estándares, que ofrezca servicios, … sin embargo, de lo que más me acuerdo después de un viaje no es de nada de eso...

Sobre el cómo debería ser el turismo rural creo que en Teruel tenemos un buen ejemplo. Nuestra provincia tiene la población envejecida, un problema muy acusado de despoblación y falta de servicios, problemas en las comunicaciones, … y un sinfín de problemas. Sin embargo, cuando el visitante atreviesa una de esas carreteras llena de curvas para llegar a nuestros pueblos, siempre descubre algo especial, algo que realmente hace que el viaje valga la pena.

Tenemos impresionantes paisajes, un entorno natural único y privilegiado, lugares llenos de leyendas, tradiciones que pasan de padres a hijos, lugares con encanto y muchas, muchas cosas que ver.

El turismo rural en Teruel es algo mucho más auténtico, algo que viene de la bondad de la gente que habita estas tierras. Son gente sencilla, amable, con ganas de compartir mucho, que hacen que los viajeros se sientan como en casa y convierten sus viajes en inolvidables.

Curiosamente, estas cosas nunca nos han ocurrido en grandes ciudades y mucho menos en zonas de playa. Allí parece que el viajero es sólo una fuente de ingresos más. No eres un amigo, eres un cliente y punto. El trato en la mayoría de los casos es correcto, pero nunca consiguen que te sientas realmente a gusto, siempre es un trato muy artificial.

Esto es lo que realmente da valor a un viaje. Viajar consiste en algo más que en ver sitios nuevos: consiste en conocer a sus gentes, en hacer nuevos amigos, en compartir con los demás nuestras experiencias, … en encontrar nuestro lugar....

No hay comentarios:

Publicar un comentario